viernes, 8 de mayo de 2009

PRESAGIO


Iván Salmerón Covarrubias/Cinecuaro


En lo particular la temática de esta cinta atrajo poderosamente mi atención y ya de paso, la presencia de Nicolas Cage a quien por cierto ya le están gustando estos temas de misterios, intrigas, grandes secretos y comezones similares.
Luego del alejamiento forzado de las salas de cine debido al tan llevado y traído caso de la contingencia sanitaria por la Influenza porcina (ahora humana), pues había que acudir a corroborar que las cosas estén volviendo a la “normalidad”.
Muy a tono con esta frenética era de crisis económica, narcoterror, pandemias y campañas políticas, llega a las pantallas esta historia de intriga profética que haría palidecer al mismísimo Michel de Nostradamus y por supuesto a nuestro alicaído brujo mayor.
Un novedoso planteamiento de lo que será el argumento central de la película que se plantea en dos tiempos, quiero decir en dos épocas con sólo medio siglo de por medio. Un ejercicio escolar muy original se convierte en la plataforma de lo que vendrá a desencadenar un torbellino de acontecimientos trágicos que se plantean de manera cifrada por las manos de una pequeña estudiante de primaria en las postrimerías de los cincuentas.
El resto de la historia se desarrolla en estos tortuosos días en los Estados Unidos cuando la muy extraña tarea escolar elaborada hace 50 años llega a las manos del pequeño Caleb hijo de nuestro protagonista, John Koestler, quien es un profesor de astrofísica y ateo contumaz por cierto.
La serie de acontecimientos que se suceden y la extrañisima secuencia numérica comienzan a “sacarle ronchitas mentales” a John hasta que decide llegar al fondo del misterio que amenaza con volverlo loco. Eso si armado de su “mac” con banda ancha y de similares gadgets de alta tecnología como su GPS que resulta clave para descifrar completa la multicitada codificación.
Como no planteo “contarla”, si haré mención de el alto octanaje de las escenas de acción y destrucción “muy” explícitas dirán algunos. Un buen manejo inicial del suspense y argumentaciones que le dan cuerda a nuestros más íntimos temores van llevando de la mano a Presagio a lo que parecía una película que pudiera haber llegado a ser clasico del género, pero en alguna parte del camino el engrudo se les hizo bolas y la mezcla ET -profetas bíblicos no resultó. Finalmente el ser tan “visual” le restó algo a la parte imaginativa de la historia y me parece que en el cine como en otras artes hay que ver una parte pero también imaginar otra, finalmente una buena dirección nos ayuda a recorrer el camino hasta el final.

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