domingo, 29 de mayo de 2016

LA BRUJA

Iván Salmerón Covarrubias

Estamos indudablemente frente a una de esas cintas a las que yo podría llamar "diametral". Me explico: difícilmente tiene puntos medios porque mientras muchos vimos (yo por supuesto) una muy buena historia, magistralmente narrada y con otros valores cinematográficos que apoyan lo anterior (y que mas adelante tocaré), otras tantas opiniones se refieren a una mala película, aburrida, sosa, sin escenas que valgan la pena, que no asusta y que sencillamente no vale lo que se pagó en taquilla.


La historia alrededor de La Bruja se trata de una representación con muchos vértices en cuanto a religión, esoterismo, tradición, cultura popular, amor filial, apegos, psicología y por supuesto brujería.

Creo entender que si te dejas arrastrar por la misma mercadotecnia del estudio productor, seguramente esperas un espectáculo de sustos inesperados, violencia splater, criaturas monstruosas, efectos especiales de vanguardia, etc. De todo lo anterior tiene apenas ligeros toques, moderados adecuadamente. En "la bruja", esa dosificación es la que seguramente deja con "hambre" a una parte del auditorio.

No es es apta para todo el público porque no mueve de la misma forma a un escéptico que a un creyente, a un adolescente que a un adulto, incluso, a un hombre que a una mujer, por supuesto ni aunque combináramos el orden de las características anteriores.

En general, estamos frente a una tragedia familiar contada cronológicamente de una forma que poco a poco y como si estuvieras hundiéndote en arenas movedizas, te atrapa, te envuelve y finalmente te oprime de modo que todo ese ambiente termina por asfixiarte.

El director consigue envolver la angustia, la desesperación y la soledad con una magnífica ambientación gris, triste, de mañanas y tardes con neblina, frío y lluvia. La fotografía y el vestuario logran una interesante estética aun con esa escasez de tonos. Por supuesto la música también juega un papel preponderante para acentuar ese ambiente.

Para asimilar "la bruja" se deben considerar aspectos muy arraigados al espíritu humano en un contexto histórico-temporal. Se trata de un drama de época y en un lugar muy específico como lo es una pequeña villa rural y luego en una granja familiar, básicamente en los primeros años de la colonización de los Estados Unidos. En esos días la rutina de los habitantes de un lugar así llegaba a ser muy limitada, las creencias y las prácticas religiosas eran mas bien rígidas y eran parte medular de la vida cotidiana.

"La bruja" está contada como si el narrador también fuera de ese tiempo, nos hace testigos y casi cómplices del drama de Thomasin la hija adolescente, quien focaliza gran parte del caos que vive su familia aunque sobre ella flota una inquietante ambigüedad en los hechos. Su condición de jóven, de primogénita y de mujer, la ubican en un punto muy frágil en el entramado, si ahora es difícil, ya me imagino cómo habrá sido en esos días de rigidez moral. Todo ese peso se carga con mucho riesgo.

Trabajar con niños en historias densas y oscuras siempre es de una gran responsabilidad y el director Robert Eggers ha logrado sacar el compromiso con solvencia ya que los pequeños actores han hecho un gran trabajo actoral al igual que los adultos. Hay partes impactantes de violencia que han sido manejadas con una notable discreción involucrando mas la imaginación del público que castigando a sus entrañas mas de lo necesario.

Destaco el gran trabajo literario y de producción en general: dirección, actuación, fotografía, ambientación, vestuario, soundtrack. El desenlace es muy coherente con toda la narración pero solamente la última escena de la parte final me descuadró un poco (la levitación), pero es mi apreciación personal.

Si las brujas existen o existieron es una inquietud y un debate que tiene mucha tela para cortar, pero el mal indudablemente está presente desde que la especie humana existe independientemente de cómo queramos nombrarlo solo basta con ver las noticias en casi todas las fuentes informativas existentes.

Los temas de magia negra, ocultismo, brujería, generalmente son polémicos y rara vez permiten a una película concurrir a premios y reconocimientos importantes que no sean de aficionados al tema, con sus excepciones como el caso de "El Exorcista" que fue nominada al Oscar como mejor película en 1973 entre otras categorías.

Como lo cité antes, "La bruja" no es una película para todo público aunque tiene clasificación B15, definitivamente no hay que verla como entretenimiento.