viernes, 22 de octubre de 2010

MACHETE


Aunque en Estados Unidos esta cinta se estrenó desde el mes de septiembre, a México llega con muchas espectativas y se presenta por vez primera en el marco del 8º Festival Internacional de Cine de Morelia. Para este estreno contamos con la presencia nada menos que del protagonista de esta historia: Danny Trejo. Muchos días antes de la fecha programada, los boletos se agotaron con rapidez, lo que habla del gran revuelo que causó. Acostumbrados a la presencia de grandes personalidades en este Festival, podriamos esperar que incluso hiciera su aparición el creador de la trama, el texano Robert Rodríguez o alguna de las bellas actrices que aparecen en el film, como Jessica Alba o Michelle Rodríguez. De hecho otra regocijante presencia es la rubia Lindsay Lohan pero aparentemente está resguardada por la justicia en Estados Unidos. Al final el único que sí llegó fue Trejo y de inmediato causó algarabía su presencia.
Al ver la extraordinaria demanda de boletos en taquilla, las autoridades del Festival abrieron una nueva función que igualmente se llenó en muy pocas horas ya que se informó casi exclusivamente por redes sociales el mismo día.
Conociendo los antecedentes de esta cinta, que surgió de una manera un tanto inusual, ya que solo era un falso trailer que aparece en el proyecto Grindhouse de Robert Rodríguez y Quentin Tarantino, Rodríguez pudo darse cuenta del potencial de este personaje como referencia de la inquietante realidad de la migración ilegal y del tráfico de drogas en la línea fronteriza. Por supuesto el ingrediente que le pone el sazón a este platillo tiene que ver con el racismo prevaleciente en gran parte de la población blanca en los estados sureños de la unión americana.
Robert Rodríguez consigue una historia que aunque parezca unicamente de entretenimiento, pone de manifiesto la innegable actividad antiinmigrante en la frontera con las consecuencias que cotidianamente vemos en las noticias, asesinato, corrupción política y policiaca, persecución. En este marco surge la figura justiciera de Machete, arrastrado más bién por las circunstancias de las cuales por supuesto ha sido víctima.
Es admirable la actitud transgresora de Rodríguez quien aún siendo norteamericano de nacimiento, cuestiona severamente las actitudes tanto de la justicia como de la sociedad norteamericana y de paso le da un rozón a la iglesia. Seguramente mucha gente al otro lado de la frontera norte se sentirá muy incómoda con el matiz que adquiere esta historia ya que eleva a Machete a un nivel que no están acostumbrados a ver para un personaje mexicano.
Es una muy divertida narración del clásico antihéroe pobre, viejo, desempleado, mal educado  y físicamente desafortunado para la estética reinante en los arquetipos clásicos.
Robert Rodríguez es ya uno de los directores que acumulan legiones de seguidores por su muy particular retórica cinematográfica que fascina o que desagrada sobremanera según sea el caso. No le importa la incomodidad de los sectores conservadores de la sociedad norteamericana y con Machete se mete al bolsillo a prácticamente un país como México habitualmente vapuleado en cuestiones de migración al país vecino.
Tecnicamente me pareció muy bién logrado el ambiente de las zonas fronterizas, tanto en la línea  como en las ciudades a ambos lados. Finalmente no predominó el aspecto de película clase B o de bajo presupuesto en la totalidad del metraje pero tiene ese tono de juguetón dramatismo. Eso si en los títulos de entrada y salida se evidencía el tono y la intención de la cinta. La música también juega su papel en la ambientación. Algunas de las rolas son intrepretadas por el multifacético R R y su banda "Chingón".
El casting es otro argumento que juega a favor de Machete, Danny Trejo saca con mucha dignidad lo que representa su primer protagónico, algo realmente admirable luego de una kilométrica carrera en cine donde tradicionalmente representaba papeles de criminal, seguramente debido a su particular fisonomía, incluso en su juventud fue reiterado inquilino de cárceles y correccionales.
Robert de Niro casi involuntariamente retrata a personajes de la actualidad real como a la gobernadora Jan Brewer en Arizona en su tenaz repudio a la inmigración, sólo que este asunto de la ley SB 1070 cobró trascendencia cuando la cinta de Rodriíguez ya estaba casi termnada. Don Johnson y Jeff Fahey también en el bando rudo, logran ese clima adverso con buenas caracterizaciones. Michelle Rodríguez, ésta atractiva morocha, deja entrever a una heroína que seguramente Rodríguez no desaprovechará para su anunciada secuela Machete Kills. Jessica Alba también muestra su talento y su belleza, haciendo un exótico contraste con Danny Trejo.
Alguien que salió muy bien parado a pesar de su caracter antagónico fue Steven Segal, en su papel de un poderoso capo de la droga del lado mexicano. Resultó hilarante su dialogo que aunque lo hizo en inglés mayormente lo aderezó con palabras altisonantes en español muy al estilo mexicano, el publico lo celebró en grande dado su característico rictus de seriedad.
Sin duda una cinta que marcará un importante parteaguas en la temática de acción texmex pero con  una buena dosis de mensaje intercultural, evidenciando también ese personalísimo estilo de Robert Rodríguez con humor negro, violencia y música mexicana. ¡Viva Machete!!