viernes, 16 de diciembre de 2016

LA CHICA DEL TREN

Iván Salmerón Covarrubias / @ivannet
 
Enorme fue la expectación que creó la escritora británica Paula Hawkins con su novela "La chica del tren" publicada apenas en 2015.



Durante muchas semanas se mantuvo en el top five de bestsellers en las principales librerías y portales alrededor del mundo y esta situación no pasó desapercibida para la industria cinematográfica que de inmediato se dio a la tarea de encargar la adaptación del guión y tomó este platillo cuando aún estaba caliente.

No es muy frecuente que la publicación de una obra literaria y su adecuación al cine coincidan en un breve espacio de tiempo, en el caso de "La Chica del Tren" esta situación ha permitido a lectores, cinéfilos y cinéfilos-lectores poder disfrutar de ambos formatos en menos de un año.
Me parece que alguna comparación entre ambas modalidades es un tanto ociosa toda vez que la métrica del cine limita la narración de la obra,  aquí es donde se aprecia la habilidad (o carencia de) de los guionistas. Aún así es inevitable que el lector,  quien ya se ha imaginado a cada uno de los personajes "apruebe o re pruebe" la versión de los responsables del casting.

La historia gira en torno a Rachel, una joven mujer con una realidad en tiempo presente muy conflictuada, va arrastrando su día a día con lágrimas en los ojos,  telarañas en su memoria y alcohol en su aliento. Va construyendo o tratando de construir una vida con los escombros de lo que ya pasó y no logró edificar. Como es de suponerse, un tren suburbano es parte importante del entramado que se va tejiendo conforme avanzan los minutos de proyección.  Emilie Blunt es la actriz que da vida a esta atormentada mujer. Como puedes imaginarte,  el semblante de Rachel durante el largometraje es triste,  disperso, melancólico y con una notable ansiedad, realmente consigue vendernos al personaje. Es obvio que no es la imagen que uno mismo concibe pero "mi" Rachel bien puede ser ésta.

Los demás personajes están llanamente bien pero Cathy (Laura Prepon), su roomie francamente luce muy diferente de como es en la novela y en mi imaginario. Lo bueno (¿?) es que es un personaje secundario.
Rachel y Cathy su compañera de departamento

La Chica del Tren es una historia de suspenso psicológico estructurada de manera que recuerda a aquellos trhillers donde se cree que el jardinero es el asesino pero en realidad todos son sospechosos.

Uno de los cambios notables pero con poca mella para la historia cinematográfica es que toda la acción se desarrolla en Nueva York, EEUU, a diferencia de la intriga original en el libro que tiene lugar en Londres y sus alrededores.

Por supuesto que en el entramado conviven otras historias no menos dramáticas y que conjuntamente mantendrán tu mente deductiva en alerta permanente. Estimular el uso el cerebro durante el goce de una obra, es una de las características que toda obra literaria y/o cinematográfica deberían contener,  claro, en la orientación que pueda tener el argumento,  es decir si es comedia, si es ciencia ficción o el género de que se trate.

En mi opinión esta adaptación al cine es llanamente buena, cumple con los mínimos requerimientos para dar idea cabal de un relato novelesco que logró atrapar el interés del público lector y ahora seguramente saldrá bien librada entre los amantes del séptimo arte.