miércoles, 16 de marzo de 2011

RANGO -como un raro tequila dulce-

Una experiencia en animación 3D con menos sabor acaramelado que gran parte del catálogo actual en este género. Rango es más bién una condimentada sopa ranchera con ingredientes del desierto acompañada con música de mariachi. Se trata de un divertido western animado magistralmente y con personajes muy característicos de la fauna desértica.
Rango es el tipo de soñador que súbitamente se enfrenta a una situación real y que se ve obligado a improvisar en un rol que le llega de golpe y porrazo. Como ya lo decía al principio de la nota, ésta historia es un tanto diferente a las que hemos estado viendo en este tipo de animación digital y no tanto por la temática ya que cada historia es diferente, sino por la manera de contarla. Aunque no deja de ser un cuento lúdico, por momentos me pregunté si era para todo público ya que tiene secuencias en que los dialogos parecen prolongarse más de lo que un infante soporta ecuánime y por esa ambigüedad narrativa, hasta uno que otro adulto, sobre todo por tratarse de una película animada.
Es notable el trabajo en el diseño del personaje principal, este simpático camaleón del cual se desconoce su nombre real, ya que se autonombra "Rango" justo en el momento en el que comienza la trama que da cuerpo a la película. Si no es porque antes lo leímos en los créditos, sería fácil identificarlo con Johnny Depp dada la personalidad simpática, relajada y en momentos hasta enigmática que ambos personajes poseen. Si Depp fuera animal, definitivamente sería un camaleón y concretamente sería Rango.
El trabajo técnico de animación dentro de la cual destaca sobremanera el modelado asi como el tratamiento de texturas y movimientos es muy destacable, baste observar la epidermis de nuestro amigo Rango del cual puede verse con claridad cada una de sus pequeñas escamas y detalles de su piel. Por supuesto, los otros personajes fueron tratados con el mismo cuidado en pelo y dermis. El diseño de los personajes es algo que se diferencía de otras producciones, -sobre todo las de Pixar- ya que son apenas diferenciadas del aspecto real de las criaturas representadas, por ejemplo esa especie de tuza vieja o la misma víbora de cascabel que son realmente intimidantes en esta visión de Gore Verbinski. Es indiscutible que al director no le interesó la mercadotecnia de sus personajes en peluche, excepto quizá Rango que sí se antoja abrazable.
Un momento de climax en la historia es una épica persecución que se desarrolla al ritmo de la “Cabalgata de las Valquirias” de Wagner y que por supuesto resulta espectacular, tal vez lo más memorable de la película, recordando en cierto modo una escena icónica de Mad Max II “el guerrero de la carretera”. Observando con atención hay varios detalles que homenajean a otras producciones como Apocalypse Now, y la breve aparición de alguien idéntico a Clint Eastwood en “el bueno el malo y el feo”.
Una aventura divertida pero creo que no llegará al rango (válgase la mención) de memorable, al ser como la moneda que cayó de canto en la clasificación de audiencias; como un raro... tequila dulce.