domingo, 25 de abril de 2010

Furia de Titanes -Personajes del Olimpo, no de policiacas-

Luego de casi tres décadas del estreno de la primera versión de este título, vuelve a las pantallas esta aventura de cine fantástico basado en la mitología griega y más concretamente en la historia de Perseo. Es innegable la fascinación e influencia que ha ejercido en todo el mundo y en todos los tiempos la cultura griega, particularmente la mitología. Ese mundo de amplias y sorprendentes descripciones de poderosos dioses, criaturas asombrosas y héroes valerosos que incluso está reflejado en el vasto mapa de nuestra bóveda celeste con tantos nombres de estrellas y constelaciones inspirados precísamente en esta modalidad.



Para los productores de hoy, no podía ser menos tentador volver a llevar a la gran pantalla a estos míticos personajes y más con los avanzados recursos tecnológicos de los que ahora disponen para los efectos especiales. En lo personal yo me cuestiono el hecho de que los grandes estudios no se arriesguen a recrear otra de las grandes descripciones epopeyicas y vuelvan a presentar un éxito de antaño, solo que reloaded, ya que como es muy conocido, Furia de Titanes es un título que se estrenó en 1981 y claro, con los recursos que eran propios de esa época. Los argumentos para retomar esta historia pueden ser varios, dar a conocer a las nuevas generaciones esta historia fantastica inspirada en la literatura de una de las culturas más desarrolladas en la antigüedad; explotar un éxito comprobado con aterioridad; mostrar la evolución de la técnica y la tecnología con un mismo parámetro, en fin, el caso es que nuevamente y con un gran despliegue publicitario a nivel mundial, los estudios Warner re-estrenan Clash of the Titans para deleite de chicos y grandes.
Técnicamente es poco lo que se pueda decir de esta versión, vestuario, caracterizaciones, ambientación, sonido, maquillaje y animación digital de criaturas son de buena manufactura (la realización del Kraken es sensacional) aunque por momentos es demasiado densa y abrumadora la acción en primeros planos, tal vez el director pensó más en la lectura 3D pero no consideró que la mayoría del público no la vió ni la verá en este tipo de proyección, amén de que no fue filmada con cámaras ad hoc, sino que se hizo la adaptación en los laboratorios de post-producción.
Actoralmente no me ha parecido el mejor trabajo de los actores del reparto, encabezados en esta ocasión por el new action heroe Sam Worthington en el papel de Perseo, Liam Neeson como Zeus, Ralph Fiennes como Hades. A quien yo considero que hizo mejor desempeño es al actor Mads Mikkelsen que hizo el papel de Draco, comandante de la guardia personal del rey y acompañante de Perseo en su viaje.
Aunque es una historia fascinante en si, la narrativa del director Louis Leterrier no la desarrolla de manera convincente, creo que la aparición de las bestias y criaturas generadas por computadora le pesaron al final. Aunque el casting es multiestelar, vi a Liam Nisson apagado y en momentos hasta pusilánime con relación al papel del Dios Zeus quien debía ser grandioso y arrollador, Ralph Fiennes y su papel del Dios Hades del inframundo, parece que descolla mejor aunque no como podía esperarse del villano de la historia dado que desarrolla una especie de venganza indirecta por ser el hermano "incomodo" (cómo decimos en México) y que fue exiliado a gobernar el nada paradisiaco inframundo, rodeado de maldad y criaturas infernales (algo así como si fuera procurador de justicia mexicano), y  más bien se vale de terceros personajes para actuar (aquí puede aplicar otra analogía con personajes de la política mexicana). En el caso de Sam Worthington como Perseo, creo que solo se dejó llevar por la inercia de ser el personaje principal, aunque es un papel muy físico, hizo apenas lo suficiente para sacar adelante el encargo. De las actuaciones que he visto de él en los últimos meses (Terminator salvation, 2009; Avatar, 2009) me parece que Clash of the Titans queda como la menos memorable. En la boleta escolar aparecería con calificación aprobatoria pero no le alcanza para "cuadro de honor".
Tal vez las espectativas generadas fueron altas y queda un extraño saber agridulce al salir de la sala. Para evitar eso, guarde parte de su botana o aditivo favorito para cuando aparezca el inevitable rótulo: THE END

Iván Salmerón Covarrubias

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