No cabe duda que el personaje Sherlock Holmes de Sir Arthur Conan Doyle es de una gran riqueza estructural al igual, claro está, que la obra del mencionado literato inglés. Aunque en este espacio me ocupo de la saga cinematográfica acerca del agudo investigador, justo es mencionar que gracias a la creación de los personajes que complementan el cuadro contextual de Holmes, los estudios Warner han logrado elaborar ya dos películas en la era actual (aparte de las realizadas con anterioridad). La primera a finales del 2009 llamada simplemente ‘Sherlock Holmes’ que ya reseñé en este espacio y ahora a casi dos años vuelve a la carga con la segunda entrega bautizada como ‘Juego de sombras’.
Ya con los cimientos puestos en cuanto al nuevo estilo, tenemos de vuelta a Sherlock Holmes y por supuesto a John Watson quien nuevamente tiene un marcado protagonismo magistralmente equilibrado con la estelaridad de Holmes. Ambos personajes caracterizados con mucha solvencia por Robert Downey Jr. y Jude Law respectivamente.
En esta ocasión el guión permite varios cambios de ritmo que a mi juicio son balanceados con soltura y que no cae en ningún momento en excesos que no sean acordes a la misma ficción, a la naturaleza de este nuevo relanzamiento del analítico detective. Las coreografías de pelea, aparte de ser muy bien realizadas, están marcando su propio estilo en el lenguaje cinematográfico por la descripción detallada que hace Holmes con voz en off en uno de los dos momentos de la acción, también es notable el uso de la cámara Phantom o por lo menos lo que parece este recurso como apoyo visual.
También elogiable es el gran trabajo tanto en ambientación de escenarios como en vestuario y caracterización, realmente parecen escenas arrancadas de la historia, de la estética urbana y social del siglo XIX.
Para el nuevo ‘caso’ que ocupa a Sherlock, la acción ahora se moviliza por diferentes ciudades europeas en una interesante y enredada intriga de proporciones internacionales con un antagonista que propicia para Holmes el más grande reto que ha tenido en su vida y eso, dicho por él mismo. Un enemigo que parece superar la astucia y la inteligencia del detective e incluso en más de una ocasión, lo pone 'en la lona'.
Esta película es una agradable y emocionante partida de ajedrez con buenas dosis de este humor que se dejó ver desde la primera cinta. Conviene verla con la mayor atención ya que algunos detalles de la historia pudieran perderse, sobre todo para todos aquellos que gustamos de armar acertijos y atar cabos mientras la acción se desarrolla. A diferencia de Misión Imposible ‘Protocolo Fantasma’, con la que guarda algunas analogías, ‘Juego de sombras’ concede más importancia al meollo argumental que a la teatralidad, por lo tanto hay más lucimiento actoral y en este caso, sin descuidar emocionantes secuencias de acción.
Sherlock Holmes ‘Juego de sombras’ es una buena opción para una tarde de cine que además te arrancará algunas cálidas risas en estos días de frío y expectación.
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