sábado, 19 de septiembre de 2009

LA HUÉRFANA, Reseña sin madre y sin pudor


 Iván Salmerón C./ Cinécuaro
ivanespiral@gmail.com
El thriller es un género con muchísimos seguidores, entre los cuales por supuesto me apunto en primera fila.
El catálogo existente no se compara con el del cine de aventuras por ejemplo y hasta cierto punto preferible que sea así. Es un género difícil y más vale esperar con paciencia que salir despotricando de verdaderos bodrios que llegan a ocupar espacios en las salas de exhibición que ya quisieran historias que aunque de otros géneros tienen mejor calidad y claro, de autores y nacionalidades distintas a Hollywood.
En estos momentos se encuentra en exhibibición “La Huérfana”, película estadounidense de buenas hechuras y con una trama de inquietante originalidad. Desde que vi el trailer me sentí atraído aunque siempre con el dejo de excepticismo que me produce este género donde hay pocos ejemplares dignos de reconocer.
En primera instancia diré lo que “La Huérfana” NO ES. No es la típica orgía de sangre y mutilaciones tipo viernes 13, tampoco encontramos prófugos de juguetería como el maese Chuky (este muñeco se cocina aparte, más bién como de humor negro) afecto también a las artes de carnicería. No es tampoco sobre espíritus malignos alojados arbitrariamente en frágiles cuerpos de jugadores de ouija.
En cambio y muy en concordancia con mi arraigada convicción de que es en la mente humana donde habitan páginas blancas y negras, fértiles campos y hediondos páramos, paraísos o infiernos, la Huerfana es un thriller psicológico que consigue elevar en buena medida los niveles de ansiedad en las butacas del cine, hay sangre, es verdad, pero en dósis que no rayan en lo risible como en las correrías de Jason. Te hace pensar y preguntarte si puede haber ese nivel de maldad en esa angelical criatura plena de talentos y de gracia; me refiero a Esther, la linda protagonista de la historia. Admito que lo que me cuesta más trabajo de digerir en este entramado, es la necesidad de la pareja protagonista que más parece necedad de adoptar a un tercer hijo, cuando ya tiene dos y que en términos de idiosincracia mexicana actual es lo ideal porque es “la parejita”, o sea niño y niña. Pero claro, la película no es mexicana ni sobre mexicanos y lo más importante, cómo esponjaría este pastel sin los otros personajes infantiles. Aclarado el punto, encaminémonos a pasar saliva con las maquiavélicas maneras de Esthersita de encajar en su nueva familia. Me agrada la fineza de llevar el capote del director Jaume Collet-Serra hasta el punto de tener a la familia colapsada por su mitad gracias a ese talento maloso de la ”dulce huerfanita”. Cómo es que siendo tan linda y talentosa todavía a los nueve años esté recluída en un orfanatorio; cómo fueron sus primeros años que se ve tan quitada de la pena esperando a que la adopten. Bueno, para cuando se van disipando estas amenzantes nubes, la película ya va bién avanzada y tu ritmo cardiaco también lleva buen trote y aunque seas afecto a tratar de adivinar la siguiente escena seá mejor que desistas y disfrutes del vuelo. ¡Orale, que buena analogía! Has de cuenta que vas en un avión enmedio de una turbulencia, de noche y con el avión secuestrado por un boliviano estresado y no sabes si chocará, se caerá, explotará o de plano podrá acuatizar el capitán en el Río Hudson. Tal vez “La Huérfana” no sea una obra maestra, pero tiene muy buen suspenso y si eres exigente del género podrás pedir tu tecito de pasiflorina sin pudor, finalmente de eso se trata, de vivir el cine en las entrañas, si es de risa reírse, si es de miedo: asustarse, si es de artes marciales, abrir el baño de un patín, ahora que si es de amor......pues aguantarse como verdadero hombre y mejor apapachar a tu pareja y si eres mujer, pues llévate unos kleenex y déjate apapachar.

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