viernes, 19 de noviembre de 2010

BIUTIFUL "se escribe como se oye"

De vez en cuando hay que dar la vuelta a la cuadra de nuestro propio rumbo, de nuestra propia calle y darnos cuenta que estas historias al ras del suelo son más cercanas a nosotros que esas ficciones que cotidianamente adornan las marquesinas de las salas cinematográficas. Estoy seguro que conocemos más de cerca a gente como Uxbal (Bardem) que vive el día a día en situación apremiante, que a detectives invencibles, hechiceros en ciernes o vampiros metrosexuales. Por supuesto que el entretenimiento tiene historias para todo momento y para todos los gustos.
Biutiful es una historia melancólica contada con crudo dramatismo, en una narrativa que así como ocurre en los barrrios pobres de Barcelona, bien pudo rodarse en Tepito o en barrios urbanos de cualquier ciudad del planeta. Podría decir que Uxbal es como cualquier vecino de no ser por un extraño don que no cualquiera posee, pero que termina por no ayudarle a él mismo.
Historia llena de personajes demasiado reales y situaciones que ornamentan las paginas amarillas de los diarios, recientemente leí una frase que aunque simpática creo que encaja muy bién con la asistencia a Biutiful: "es como pagar para que te azoten". Reconozco que es una buena película pero que victimiza demasiado a Uxbal, un ciudadano cero (como diría Joaquin Sabina en su canción homónima) que aunque parece ya mojado, le sigue lloviendo. Esta condición le viene de maravilla a Javier Bardem que hace una gran actuación y carga en sus hombros gran parte del éxito de la historia, no puedo dejar de mencionar a Maricel Álvarez que hace el papel de Marambra la mujer de Uxbal quien también logra con gran calidad este personaje torturado por sus propias flaquezas. En Biutiful, González Iñarritu brilla más como director que como autor ya que saca muy buen partido al talento de su elenco y eso permite a su historia ascender a niveles muy destacados en esta época de reánimo del cine mexicano hasta el grado de ser considerada para representar a México para competir por el Oscar como mejor película extranjera.
Visualmente tiene una ambientación acorde al ánimo de la historia, días nublados, fríos; espacios miserables de vivienda pobre y vieja; sombría como el devenir de las minorías ilegales de africanos y chinos en la metrópoli catalana.
Biutiful es una película que juguetea con la conciencia del espectador, cuestiona sobre el valor de las personas y sobre lo apremiante de las circunstancias, te atrapa y llega a conmoverte e incluso a involucrarte. Buena opción que se antoja para ver con vino tinto en vez de refresco y queso añejo en vez de palomitas.

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