viernes, 25 de febrero de 2011

EL RITO - más sabe Hopkins por viejo que por diablo-


El cine de terror es uno de los géneros más difíciles aparentemente, se cuentan por cientos los intentos fallidos de lograr buenas historias a partir de provocar miedo o por lo menos alguna sensación de temor. En el intento hemos visto películas que hacen verdaderos carnavales hemáticos, exceso de criaturas monstruosas, historias llenas de fantasía gore que más impresionan por los recursos empleados que por el miedo provocado. En verdad son muy contados los ejemplos exitosos de cine de terror, lo cual hace que esos pocos filmes se consoliden como verdaderos clásicos y mantengan con el paso de los años un status de privilegio y prueba de ello es nada menos que “El exorcista” considerada por muchos (incluyéndome) como la mejor del género, la joya de la corona por decirlo de algún modo.

Con el tema de la posesión demoniaca llega a las pantallas este nuevo intento titulado sencillamente “El Rito”, película norteamericana que según reza en la publicidad, está basada en hechos reales. El lanzamiento en México estuvo encabezado nada menos que por el experiementado actor inglés Anthony Hopkins, quien en un derroche de generosidad profesional estuvo en muchas entrevistas en los principales medios de comunicación mexicanos. Digo derroche profesional porque en las apariciones que alcancé a ver, pude darme cuenta de la paciencia y la buena disposición para atender a todo tipo de entrevistadores, incluyendo a Joaquín López Dóriga de Televisa y su ya famoso “juayderito”. Esto me parece destacable para un hombre de 74 años con una trayectoria de lo más sólida y estable que lo pone como uno de los actores más importantes de la actualidad.


En “El Rito”, Hopkins interpreta a un sacerdote jesuita que se dedica a realizar este enigmático rito del exorcismo nada menos en la histórica Roma. Aunque es coprotagonista, el mayor peso dramático se apoya en su actuación y es gracias a eso que “El Rito” apenas logra pasar a un mediano estado de interés no tanto por el tema, que aunque ya ha sido ampliamente explorado parece ser que no alcanza a despuntar en una historia tan abrumadora y tétrica como prometen los trailers de la cinta. Sir Hopkins logra una interpretación de acuerdo a lo que esperamos de él.


La ambientación en zonas viejas de la capital italiana, recintos dentro del Vaticano, así como una casa funeraria, cadáveres y parafernalia religiosa sugieren una tenebrosa historia estelarizada por un jóven seminarista que parece querer escabullirse de su propio destino. Debido a su talento académico pero seducido por su propio escepticismo Michael Kovak (Colin O’Donoghue), se ve orillado a acudir a un curso de exorcismo en el Vaticano para liberar sin consecuencias su paso por el seminario.

Parece ser que el director no quiso caer en la tentación de la exagerada teatralidad y deja los efectos especiales en un rango discreto que no acaba de teñir de negrura, solo que en la narración tampoco acentúa como para causar serios escalofríos en la conciencia del público, en pocas palabras un trabajo algo timorato como con el temor permanente de no caer en lo inverosímil. El papel de Angie, interpretado por la bella Alice Braga no gravita de manera importante en la trama, parece que el director Mikael Hafstrom no quiso profundizar en ella, por momentos solo parece querer llevar al seminarista a su cama. Por el contrario, el rol de Marta Gastini como Rosaria, la chica atormentada por el espíritu impuro, es muy notorio por la naturaleza misma del personaje, incluso literariamente, no solo su climax es denso sino también la historia que le precede, pero nuevamente no se ahonda al mostrarla.

Desde mi punto de vista, “El Rito” puede quedar como una buena cinta de suspenso psicológico con una destacada actuación de Sir Anthony Hopkins y de Marta Gastini. Como película de terror queda algo distante de “El Exorcista”, de ahí la afirmación de que el terror debe ser un género difícil, no cualquiera hace tan bién... al malo.

jueves, 17 de febrero de 2011

El Cisne Negro, las alas de Natalie Portman



Como una de las grandes contendientes de los principales premios de la cinematografía internacional se abre el telón para El Cisne Negro de Darren Aronofsky.

Drama narrado al muy particular estilo de su director, con secuencias a “nivel de cancha” siguiendo muy de cerca la acción descrita, ambientación matizada con tonos descoloridos y sobre todo el seguimiento de la protagonista hasta su más secreta intimidad. Natalie Portman recrea a Nina Sayers, dedicada bailarina de la compañía de Teatro de Nueva York en esta historia. El desempeño de Portman logra meter al espectador a ese permanente estado de ánimo saturado de nerviosismo e inseguridad pero también de la férrea autodisciplina que va construyendo un estado emocional alterno. Como un voyeurista obsesionado, la narración del director te lleva a descubrir a un personaje asolado por sus temores, por su moral supervisada muy de cerca en su entorno familiar, que aunque la lleva de la mano a un nivel privilegiado en el arte del ballet clásico, también la mantiene cautiva en una limitada jaula de prejuicios que le impiden desplegar sus alcances con soltura.

En el Cisne Negro, volvemos a encontrar ese medio ambiente familiar atípico donde falta uno de los padres tal como lo vimos en The Wrestler también de Aronofsky. Tensión, soledad, dolor, son algunos de los ingredientes con los que también sazona a nuestra historia en turno. Nuevamente vemos al protagonista siendo perseguido por las circunstancias de su actividad primaria pero esta vez en foros de teatro y no en los encordados. En esta película, vemos tras bambalinas que el mundo del ballet no es exactamente la delicadeza virginal que vemos al otro lado del foro. La perfección en el desempeño puede llegar a obsesionar al ejecutante al grado de casi ignorar el riesgo y el dolor inherente.

Resulta interesante la trayectoria que Aronofsky le da a este cuento de hadas dramático porque nos presenta dos dimensiones de una misma realidad y como espectador te ves obligado a correr detrás del hilo como gato tras la madeja. A cada momento te preguntas o por lo menos imaginas qué es lo que sigue, aunque pudiera parecer, no es predecible.

Intriga psicológica de buena calidad encabezada de manera muy afortunada por la bella Natalie Portman que en su caracterización deja ver el profesionalismo con el que asumió el compromiso de interpretar a una bailarina profesional con toda su carga de desgaste físico y mental.

El resto del elenco evidencia un marcado soporte al papel de Portman pero muy bién logrado, Barbara Hershey en el papel de Erica Sayers nos permite ver a la madre controladora y rígida en la disciplina de la bailarina, incluso chantajista pero madre al fin.

Otro dos pivotes básicos son el director artístico Thomas Leroy (Vincent Cassel) que es quien pone el reto, motivo de esta trama y por otro lado Lily (Mila Kunis) la bailarina suplente que por razones obvias mete una dosis extra de stress en una ambigua relación con Nina. 

Aunque muy breve me gusta el papel de Wynona Rider como el angel caído en desgracia, esa personalidad de frágil belleza resulta de gran utilidad en el drama contextual.

Más cercana a cine de arte que a blockbuster temporal. Con gusto la vería de nuevo.

jueves, 3 de febrero de 2011

The Green Hornet - Seth o no ser-

Una más de superheroes. Esta vez el actor y escritor canadiense Seth Rogen seguramente encontró saldo a favor en sus cuentas bancarias y algo de tiempo libre por lo que se puso a darle vuelo a sus ansias de cineasta y de nuevo poner en la arena de superhéroes de origen comic-tv a Green Hornet y con éste arrancar el 2011 para estos singulares personajes de aventuras que tendrán su cuota en las pantallas para beneplácito de los amantes del género.Cuando aparecieron los primeros trailers de la cinta, a muchos nos extrañó encontrar a un comediante para encarnar a un action-hero, no evitaríamos pensar en el “chapulín colorado” quien ya de por si es una parodia del aristocrático avispón. De cualquier manera, el hecho de ver a Britt Reid encarnado por Seth Rogen nos pone en perspectiva previa sobre el género de esta película. De inicio la mezcla comedia-acción se antoja más en cintas como el súper agente 86, La pantera rosa o Ace Ventura. Desde mi particular punto de vista”The Green Hornet” se quedó atorada en una incómoda indefinición.
El guión está escrito en base a una fórmula predecible, llena de vistosos gadgets (Kato), emocionantes coreografías de combate (Kato), persecuciones rebosantes de adrenalina (Kato) y un maleante hardcore (Chudnofsky) sin dejar de lado a la vistosa secretaria (Leonor Case) que se las puede todas a la más pura esencia de Pepper Potts en Ironman, aunque honestamente me inclino más hacia Gwyneth Paltrow (Pepper) que hacia Cameron Díaz (Leonor), pero claro eso es estricatmente personal.
Tal vez debido a la citada indefinición, el papel de Brit Reid (protagónico) me pareció sobreactuado en más de una escena contrastando con el de Kato o con el de cualquier otro personaje de la película. De hecho Reid parece ser el patiño de Kato que luce como la verdadera estrella, ya que llega a ser más entrañable e incluso carismático que el pretencioso “estelar” que parece ser la única y delgada veta de comedia en la película.
En el casting me gustó mucho ver el desempeño de Jay Chou como Kato, en un papel de alto desempeño físico más que dramático; por supuesto es agradble volver a ver a Christoph Waltz este ganador del Oscar como mejor actor de reparto por su recordado trabajo en Inglourious Basterds en 2009. Ahora, nuevamente recrea a un villano de muy mala entraña pero de misteriosa personalidad.
Por cierto ahora que está por entrar en cartelera “This is not a movie” de Olallo Rubio, también tiene una mínima participación (en the green hornet ) Edward Furlong que estelariza la cinta de Rubio.
También en un papel poco exigente, volvemos a encontrar en la pantalla grande a Edward James Olmos que al igual que el resto de reparto cumple modestamente en una cinta que no será recordada por su exigencia argumental.
Para pasar un rato de ocio con los cuates fans de Bruce Lee, con la novia y hasta con los hijos adolescentes, para aquellos que los tienen en ese rango.